Nunca lo entendí porque yo era una estudiante que pasaba perfectamente desapercibida, pero tuve la suerte de captar su atención gratis. Él vivía por y para mí lo juro vivía pendiente de lo que hacía. Si me corté el cabello, si engordé, si bajé de peso, si me tiré un pedo literal cómo cuándo un mosquito no te deja dormir.
Con el tiempo Pancracio consiguió su tribu mixta de idiotas que aprendieron, también, a vivir para mi. Con unas cuantas excepciones, claro.
Tengo que confesar que era halagador tener tanta atención encima.
Hasta que empezó a ... incomodar un poquito.
2006, una noche - madrugada en la que me quedé en la compu porque al día siguiente era sábado y podía dormir más, ya había explotado Hi5 y era una total novedad. Tenía 14 años.
Decidí chusmear un poco en los perfiles de Pancracio y sus amigos, porque bah, quería una inflada de ego.
- Me dijeron que va a venir su papá a quejarse pero JAJAJAJA ella no tiene papá - Pancracio.
(Mi viejo había fallecido 2 años atrás)
Y si, lo recuerdo tan bien porque desde ese momento comencé a reconocer lo malvadas que pueden ser las personas. Ya había dejado de ser un juego, el tipo era repugnantemente malvado. Me dio lástima y miedo.
Podía destruirlo en 10 segundos, es más, llegué a tipear una respuesta casi igual de mierda ya que estaba enterada de la situación de su familia pero no la mandé, no quise ser como él.
Después de ese episodio de fin de semana llegó el tiempo de olimpiadas.
Era una semana muerta en la que no habían clases y todos nos dedicábamos a hacer nada, solo deporte de 8 am a 3:30 pm.
Fue una escena rápida, Pancracio paso junto a mí lanzando algún tipo de indirecta (costumbre que ya me había cansado un poco) y gracias al empuje de un viejo amigo fui tras él y le estampe la única mejor bofetada que he dado en mi vida. Cómo se imaginaran el tipo tuvo toda la intención de responder, muy oportunamente ese viejo amigo apareció al medio para evitar una catástrofe FUEGOOOOOOOOOO.
Yo estaba feliz, me había desquitado. Listo.
Hace unas semanas me lo crucé en una foto, de esas que circulan en Facebook dónde etiquetan a tu amigo que es amigo de Fulanito.
Me causó mucha sorpresa. El miserable en cuestión se ve horrible, feo, da pena, ni en terno llama la atención.
Sinceramente, pobre de él.
Las personas malvadas se ponen terriblemente horribles con los años.
El karma no perdona, amiguitos.
Besitos Pancracio, solo para que reniegues un poquito: soy jodidamente feliz.
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