Gracias por esto.
Sí, este es un fragmento de mi historia.
Algo fugaz, fue tan corto como el cigarro que apagaste a la mitad.
Si me quieres juzgar, adelante.
Soy fotógrafa, tengo la vida convencional de toda mujer de 43 años. Tengo un marido y tres hijos hermosos, no tengo necesidades económicas, nunca las tuve.
Lo conocí a los 37.
Él era un chico de 24 años, fue en un conversatorio de fotografía, se sentó a mi lado y empezamos a conversar como si nos conociéramos de toda la vida, fue realmente increíble. Le conté que era casada, él había acabado la universidad recién. Acabó la charla y me invitó un trago, seguimos conversando hasta entrada la madrugada, era tan tarde que llamó mi marido.
Después de un par de excusas dijo que pasaba a recogerme, acepté deprimida por la perspectiva de despedirme de mi acompañante.
Nos agregamos en las distintas redes sociales, prometió que nos volveríamos a ver. A los 15 minutos que se fue, llegó mi esposo.
Conversábamos todos los días, nos volvimos a ver a las dos semanas. Nos deseábamos, nos queríamos. Fuimos por unos tragos, escuchamos un poco de trova en algún bar de Barranco, salimos muy ebrios tanto que nos besábamos en cada esquina.
Entramos a un hotel, nos hicimos el amor. Disfruté de él, de sus ganas. Su sudor quedó en mi.
Salimos extrañamente felices, como un par de enamorados.
Los efectos del alcohol se habían ido hace mucho, subimos a mi camioneta, lo acerqué a su casa. Nos besamos antes que se vaya, sabíamos que habíamos ido lejos, sabíamos que no nos volveríamos a ver, solo que ninguno de los dos se atrevía a decir algo.
Se acabaron nuestras conversaciones, se acabo la historia.
Han pasado 6 años de eso, a veces entro a alguno de sus perfiles solo para ver en que anda, quién es su nueva chica, les tengo envidia en secreto, pero claro que no puedo hacer nada.
Quisiera saber si él me recuerda, supongo que no, en fin.
Que tengan buena vida.