jueves, 23 de abril de 2015

#Domingo

Tocaba matar las horas en mi pasatiempo favorito de los domingos y me encantaba que no pusiera tanta resistencia, haberlo acompañado al estadio el día anterior había fortalecido su tolerancia.

Teníamos libros nuevos, una excursión por Quilca nos ayudo mucho. Así que caminamos para nuestro parque y nos acomodamos en nuestra banca. Yo recostada en sus piernas con un libro del Holocausto y él con sus gafas oscuras y La Divina Comedia.




El clima estaba hermoso, templado, algo de frío pero nunca demasiado.

Pasaron unas tres horas que parecieron 15 minutos y fuimos a desayunar, caminando hacia nuestra cafetería de los fines de semana discutíamos sobre política, empezamos un debate muy interesante sobre cual fue el peor gobierno, si el Aprista o el Fujimorista.

Lo terminé callando a besos, como de costumbre (el truco era que así yo no perdía).
Café americano, muffin y su perfume. Todo estaba perfecto.

La palabra "paz" ya no me parecía tan extraña.

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