Él y yo tuvimos un vínculo hermoso y fuerte desde que nací, era la última de 4 hermanos, él siempre fue mi cómplice. Me traía chupetines y me defendía de las reprimendas de mamá. Él siempre fue y será mi puerto seguro.
Cuándo falleció papá, en medio de su pena, se aseguró de que estuviese bien, que fuera al cole y cumpliera con mis tareas, se aseguró de mantenernos armaditos, que siguiésemos adelante. A pesar de las veces en las que le pude responder o tratar mal, él puso pecho y entendió que era una niña tonta que no sabía como lidiar con tanta pena, nunca me trato mal, nunca.
Nunca le tuve miedo, siempre fue puro respeto. Temía decepcionarlo, que ya no me quiera, que se de cuenta que en realidad nunca voy a poder alcanzar el nivel dónde estaba. El respeto hizo muchas veces que me tragara mis palabras y aceptara sus regaños a sabiendas que él tenía razón y que más bonita me veía calladita.
Él es un hombre con principios. No dudes, no tengas miedo, te vas a casar con un hombre increíble, va a ser un esposo maravilloso y el mejor padre del mundo. Se va a enamorar de tus hijos y ellos de él, se va a preocupar de cada detalle de su crianza, de su vida. Te va a tocar varias veces ser la madre estricta pero también la esposa que lo calme cuándo este molesto o decepcionado, te va a necesitar para que lo lleves de la mano hacia la quietud de nuevo.
Él me enseñó como puede uno triunfar en la vida, en todos los aspectos. Es la única persona que conozco que es bueno en todo lo que hace. Buen hijo, buen hermano, buen amigo, buen profesional, se resume en una palabra: bueno.
Está de más decir que me ha salvado el trasero en incontables ocasiones.
Estoy segura que siempre te va a hacer sonreír y te va a cuidar hasta de ti misma, no te preocupes.
Nosotras podemos ser muy buenas amigas, puedes contar conmigo absolutamente en todo lo que necesites, cuándo estés embarazada, cuándo seas mamá, voy a ser la primera adorando a la cosita de la que voy a ser tía.
Van a ser una hermosa familia.
Los quiero siempre.