martes, 27 de enero de 2015

#Espejo

"¿Por qué me siento triste? , porque soy un huevón, lo peor es que no me la quiero tirar y ya, LA QUIERO.
 Quiero su forma de hacerme perder la paciencia, quiero escuchar siempre su risa despreocupada, quiero seguir hablando con ella y sentirme feliz y querer bailar después de eso. Quiero que ella sea la mujer a la que tome de la mano, a la que acompañe, a la que cuide, a la que ame" . - Yo siendo aún más patético.


Ella aún estaba triste por el pasado y a mi me llegaba al pincho. ¿Acaso no se daba cuenta que la quería? ¿No se daba cuenta como cambiaba mi voz (por lo general áspera) cuándo conversábamos? ¿No le importaba?

Me jodía sentirla triste, hubiese sido capaz de romperle la cara a ese miserable simplemente por hacer que se sienta mal.
Quería abrazarla, besarla, hacerla dormir prometiendo que todo iba a estar bien. Pero la distancia lo impedía, estaba cerca de todos, menos de mi.

Ella notó el cambio en una de nuestras conversaciones posteriores. Después de una primera parte malísima no me quedo más que llorar porque iba a conseguir lo que buscaba, iba a conseguir que se aburra y se vaya y sabía que me iba a sentir muy triste. 
No contaba con que volviera a llamar, no contaba con su forma delicada y linda de tenerme a su lado de nuevo.
 No contaba con lo mucho que la quería. 

domingo, 25 de enero de 2015

#Él&Yo

Eramos unos niños.





Corría el verano del 2007, pasaba a cuarto de secundaria y el messenger (?) estaba en su apogeo. Tenía una amiguita en el mismo edificio y gracias a ella, lo conocí.

El típico niño que se juraba pendejo.
Comenzamos a hablar todos los días por el chat, nos hicimos amigos, siempre era muy genial pasar la tarde conversando.
Vivíamos muy cerca, nos habíamos visto un par de veces muy memorables (una de esas fue cuándo me atropello con su bicicleta y lo odié con cada fibra de mi ser de 15 años y la segunda cuándo coincidimos en una bajada de buses y me avergoncé tanto que fingí no verlo) .

Hasta que en una de esas conversaciones que se había extendido hasta la noche recordé que tenía que sacar a pasear a mi perra y se estaba haciendo tarde, se me ocurrió proponerle que me acompañe y (no sé si para mi buena o mala suerte) aceptó.
Me puse medianamente decente y fuimos al parque, la conversación se dio aún más natural que por internet, reímos mucho, jugamos, quise matarlo. Lo normal.

Así fue pasando el tiempo.
Entraba a su casa, estaba en su ordenador mientras él dormía. Alguna vez le enseñé a hacer arroz (ya, está bien, lo hicimos entre los dos). Su azotea era el sitio perfecto para tomar un ron o chilcano, o simplemente unas chelas. Utilizamos a mi perra (una Siberiana enorme) como táctica de intimidación para ir a un sitio no muy lindo cerca de casa (éramos muy chicos, comprensible). Íbamos juntos al colegio (el suyo quedaba a unas cuadras del mío). En fin, eramos partners, compañeros, hermanos.

Hasta que el nexo se fue perdiendo.
Esos planes de alcanzar un bachiller para poder mudarnos juntos, un negocio propio, todos esos planes se fueron disipando.

Le tenía cierto respeto, consideraba que quería alcanzar lo mismo que yo.
Una tranquilidad monetaria de la cuál no habían gozado nuestros papás, poder cumplir y alcanzar el tan soñado título.

Pero no.
Él se conformo con la mediocridad de la irresponsabilidad. Se quedo en eso, en nada.

En mi siempre vivirán esos recuerdos bonitos, esos sueños que nunca se cumplieron, ese cariño inmenso que le tuve a la persona que me cuido hasta de mi misma.

 Muchas gracias por todo, buena suerte.

martes, 20 de enero de 2015

#CartaAbierta



Estimada Milagros:

Soy tú, tú misma dentro de 10 años. A tus 12 años seguro estas profundamente triste y confundida. Te acabas de pelear con Dios y tu fe se acabó. No entiendes tantos cambios a tu alrededor y lo único que quieres es escapar muy lejos porque tienes la plena seguridad que todo va a empeorar, temes perder a otra persona.

Solo te puedo aconsejar que resistas, porque si, la cosa se va a poner aún más jodida. Vas a tener que perder a alguien más, no va a ser tan devastador pero te vas a caer y te vas a tener que levantar igual, así que levanta bien la cara y sigue caminando. Tú puedes.

Y no te preocupes que si te vas a enamorar, te vas a enamorar de dos cositas enanas que están creciendo justo en este momento en la panza de mamá, disfrútalo. 

Por favor, no confíes tanto en las personas, te juro que todos NO son buenos. El tiempo te va a ir enseñando las miserias de cada uno. Aprende a la primera, te va a doler más por terca. 

Aquí unos tips, mi estimada :

  • No vas a ser abogada, olvídalo.
  • Aprovecha a tu hermana (no preguntes), va a llegar el momento en el que no la tengas tan cerca, y aunque ahora no te des cuenta (o no quieras aceptarlo) ella es la mejor hermana que te pudo tocar (enserio).
  • Vas a crecer y te van a invadir las ganas de irte muy, pero muy lejos. Sigue tu corazón y pelea por tus sueños.
  • Ama con restricciones. 
  • Reanuda tu relación con Dios, yo sé porque te lo digo.
 Te vas a enamorar y vas a dejar ir, te vas a tatuar y vas a tener un piercing por un tiempo.

Vas a seguir escribiendo, como método terapéutico.

Sonríe, pelea por lo que quieres.
Puedes con lo que venga.
Te amo.

Yo, a los 22 años.

viernes, 16 de enero de 2015

#LosHombresDeMiVida

Papá:

Mi papá fue (y es) mi mayor referente de vida. Era una especie de persona rara, ya en extinción. Un papá querendón que reía con mis travesuras, no hacía dramas y siempre tenía una sonrisa para mi. 
Eso si, los estudios no era broma, cuándo se molestaba ponía sus ojitos de decepción y me sentía aún más chiquita.
Él me enseño como un verdadero hombre trata a las mujeres, nunca gritaba ni maltrataba a mamá, él me enseño que nadie tiene derecho alguno a golpearme, a denigrarme.
Me enseño cómo es que un hombre gana el título de PADRE. 
Era común que nos despertara a todos muy temprano, en especial los domingos, por lo que llamaba los "desayunos en familia" , claro que en ese momento no nos hacía gracia despertarnos a las 7am pero por amor y respeto nos daba pena decirle que no.
Era común que fuésemos cómplices, él era un nexo para que mamá me diera permiso para ir a la casa de mis amiguitas (especialmente) , él se encargaba de eso y siempre lo lograba.

Papá nunca va a dejar de ser mi héroe.


Cristian:

Siempre fuiste todo lo que yo quise ser. Un buen hijo, buen estudiante y sobre todo una buena persona. Desde bebé era tu engreída y veía tus logros con profunda admiración y respeto.
Gracias a ti no perdí el rumbo cuándo papá se fue, gracias a ti pude seguir.
Gracias por preocuparte por mi, gracias por estar siempre pendiente, gracias por cocinar y llamar para asegurarte que estuviese bien, que comiera e hiciera mi tarea. Muchas gracias.
Gracias por quitarle importancia a mis travesuras, gracias por ser mi cómplice

Siempre vas a poder contar conmigo, siempre vas a ser mi mejor amigo.
Gracias por todo.
Te adoro hermano.



Rodrigo y Fernando:

Algún día aparecerán unas cuñadas desalmadas que los arrebatarán de mi lado :(

Los amo con toda el alma.
Gracias por tanto amor y tanta risa.



sábado, 10 de enero de 2015

#Travesía

1.-

El avión por fin aterrizó, estaba cansada, lo único que quería era llegar al hotel y dormir.

Él, por supuesto, estaba esperando. Nos saludamos con un beso rápido, tomo mi mano y fuimos hasta su carro.

- Pensé que olvidarías cuándo llegaba.
- No lo iba a hacer.

Encantador, gracioso, desesperante, seguía igual.

Llegamos a mi hotel, subió mi maleta, acababa de cerrar la puerta cuando rápidamente me tomo de la cintura y nos besamos, sus manos se enredaban en mi cabello mientras yo lo jalaba más a mi...

2.-

Estaba...contrariada.

Llegó, dejó las llaves y aflojó su corbata.
Estaba en el sillón con la computadora en mis piernas, se acercó y puse mi mejilla para que me salude.
Agarró la computadora y la dejó en la mesa del costado mientras lo miraba con curiosidad.
Me cargo, abracé su cuello mientras amarré mis piernas a su cintura, sentí como si volviese a tener 5 años.
Me daba besitos en el cabello hasta que llegamos a la cama, se sentó y tuve que soltarme también a regañadientes.
Le conté absolutamente todo lo que me molestaba mientras me observaba con esos ojos achinados que tanto me gustaban, su mano recorría suavemente mi brazo, mientras se ahogaba entre "ujum" y uno que otro comentario.

3.-

- Y ya te vas - dijo con un pesar enternecedor.
- No, mejor me quedo y que todos se vayan al diablo.

Sorteamos a ver quien se metía primero a la ducha, ganó él pero no se pudo resistir a un puchero y entre yo. Acabamos de alistarnos y mientras repasaba que no me estuviese olvidando de nada se le ocurre distraerme con más besos.

Llegamos al aeropuerto con retraso, me besó hasta la última llamada para mi avión.

Y mientras despegaba, reserve otro boleto para el próximo mes.








viernes, 2 de enero de 2015

#Costumbres

Me acostumbro rápido.




- Me acostumbre a mi rutina de trabajo.
- Me acostumbre a mi rutina universitaria.
- Me acostumbre a que no te importe, primero me... ¿incomodaba? , ahora simplemente tampoco me importas.
- Me acostumbre a cantar (no solo en la ducha).
- Me acostumbre a caminar mucho, con un pucho, música y agua. Y si puedo disfrutar de una buena compañía, bienvenido sea.
- Me acostumbro todos los días a jugar con mi perra y que muerda mis zapatos.


Nunca me acostumbre a las buenas costumbres.