sábado, 10 de enero de 2015

#Travesía

1.-

El avión por fin aterrizó, estaba cansada, lo único que quería era llegar al hotel y dormir.

Él, por supuesto, estaba esperando. Nos saludamos con un beso rápido, tomo mi mano y fuimos hasta su carro.

- Pensé que olvidarías cuándo llegaba.
- No lo iba a hacer.

Encantador, gracioso, desesperante, seguía igual.

Llegamos a mi hotel, subió mi maleta, acababa de cerrar la puerta cuando rápidamente me tomo de la cintura y nos besamos, sus manos se enredaban en mi cabello mientras yo lo jalaba más a mi...

2.-

Estaba...contrariada.

Llegó, dejó las llaves y aflojó su corbata.
Estaba en el sillón con la computadora en mis piernas, se acercó y puse mi mejilla para que me salude.
Agarró la computadora y la dejó en la mesa del costado mientras lo miraba con curiosidad.
Me cargo, abracé su cuello mientras amarré mis piernas a su cintura, sentí como si volviese a tener 5 años.
Me daba besitos en el cabello hasta que llegamos a la cama, se sentó y tuve que soltarme también a regañadientes.
Le conté absolutamente todo lo que me molestaba mientras me observaba con esos ojos achinados que tanto me gustaban, su mano recorría suavemente mi brazo, mientras se ahogaba entre "ujum" y uno que otro comentario.

3.-

- Y ya te vas - dijo con un pesar enternecedor.
- No, mejor me quedo y que todos se vayan al diablo.

Sorteamos a ver quien se metía primero a la ducha, ganó él pero no se pudo resistir a un puchero y entre yo. Acabamos de alistarnos y mientras repasaba que no me estuviese olvidando de nada se le ocurre distraerme con más besos.

Llegamos al aeropuerto con retraso, me besó hasta la última llamada para mi avión.

Y mientras despegaba, reserve otro boleto para el próximo mes.








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