Pero no, lo último que me faltaba era que tú aparezcas y me jodas más la paciencia, así que ahora te toca leer porque esta es la única manera de expresar mi descontento y tú lo sabes, de lo contrario tendría que viajar para romperte a patadas pero me da flojera, además no vale la pena.
No sé en que momento nos perdimos, o puede ser que si sepa pero me haga la idiota como es costumbre, ya son... ¿cuántos? ¿8 años que nos conocemos? y ni por eso, ni por el nexo tan de puta madre que forjamos en un momento fuiste capaz de tener huevos y tocar la puerta de mi casa (5 casas nos separaban) buscarme y si por último no estaba decirle a mi mamá que querías hablar conmigo, no te dio la gana de darme un abrazo, un "oye me voy, cuídate mucho" ¿y ahora se te da por mandar un miserable mensaje? Vete al carajo.
Fuimos grandes amigos en un momento, fuimos los chicos que iban al cole juntos algunas veces, en las tardes iba para tu casa, dormías mientras yo usaba tu compu sin despertarte, alguna vez utilizaste a mi perra como protección para ir a comprar ropa de noche a una zona no muy bonita mientras yo moría de los nervios, fuimos los que tomaban unos tragos en tu azotea, tu enamorada de secundaria me odiaba un poco (comprensible) yo la idiota que se preocupaba por ti.
Fuimos los chicos que planeaban mudarse juntos algún día, alquilar taxis, esos planes locos pero lindos que se tiene en algún momento. Siempre competíamos, hasta por quién tenía mas fuerza, nunca me dejabas ganar y yo siempre juraba que te ganaba.
Hasta que se deformo, se fue al diablo todo, te escribí, me intente ir pero en ese momento tú no me dejaste.
Se pudrió todo y comenzaron mis muchos intentos patéticos de irme de tu vida o de borrarte de la mía que al final solo eran grandes fracasos ya que todo lo que te quería me impedía cumplir mi cometido.
Pero las personas se cansan, hasta la más idiota (osea yo) se cansa de insistir en algo que no vale la pena y tú me demostraste mil veces que no eres mi amigo, que no vale la pena quererte y que soy una perfecta imbécil, solo tú sabes cuántas veces me decepcionaste y porque llegamos a este punto tan horrible, aunque claro, ya sé que te importa un cuerno pero esto no lo escribo para que te guste o para que te interese, lo escribo para desahogarme un poco, lo escribo por mi.
Y acá se acaba, ya no vas a volver a saber nada de mi y espero con todo el corazón no saber absolutamente nada de ti jamás. Ojalá y te vaya todo bien. Un gusto conocerte.
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