sábado, 25 de abril de 2015

#Volemos

- ¿Y por qué no escribes?
- Porque no sé que escribir.

Y fue la primera vez que lamente mucho ser sincera.
Ni bien terminé de pronunciar esas palabras agarraste el casco y te montaste a la moto. Pensé que, fiel a tu costumbre te ibas a ir muy indignado, me dio flojera pensar cuál sería el motivo.

- Sube.
- Ni a patadas.
- Sube o te subo, enserio.



También me dio flojera discutir así que obedecí, arrancaste y la moto volaba, no sabía dónde íbamos y a esas alturas ni siquiera me interesaba mucho.

Era un chiste del destino que me llevaras a ese lugar, justo el lugar que trataba de evitar en mis pensamientos. Nos sentamos en la misma banquita y anhele otra compañía, eso necesitaba para estar bien.

Fumamos una cajetilla entre los dos, en silencio. Sabías que no iba a hablar y que no era bueno presionarme. Te rendiste. Me llevaste a casa.

Entrando tuve pena, no iba a volver a tener la oportunidad de olvidarme y echar a la basura cabanossi recién comprado.

jueves, 23 de abril de 2015

#Domingo

Tocaba matar las horas en mi pasatiempo favorito de los domingos y me encantaba que no pusiera tanta resistencia, haberlo acompañado al estadio el día anterior había fortalecido su tolerancia.

Teníamos libros nuevos, una excursión por Quilca nos ayudo mucho. Así que caminamos para nuestro parque y nos acomodamos en nuestra banca. Yo recostada en sus piernas con un libro del Holocausto y él con sus gafas oscuras y La Divina Comedia.




El clima estaba hermoso, templado, algo de frío pero nunca demasiado.

Pasaron unas tres horas que parecieron 15 minutos y fuimos a desayunar, caminando hacia nuestra cafetería de los fines de semana discutíamos sobre política, empezamos un debate muy interesante sobre cual fue el peor gobierno, si el Aprista o el Fujimorista.

Lo terminé callando a besos, como de costumbre (el truco era que así yo no perdía).
Café americano, muffin y su perfume. Todo estaba perfecto.

La palabra "paz" ya no me parecía tan extraña.

martes, 21 de abril de 2015

#VisitaInesperada

¿Cómo me iba a concentrar con su boca en mi cuello?
¿Cómo me iba a concentrar con su dedo recorriendo mi brazo mientras mis manos se aferraban a su nuca?
¿Cómo me iba a concentrar con nuestras miradas tan fijas?
¿Cómo me iba a concentrar con ese "te adoro" que salió de sus labios?

No podía escribir en esas condiciones y el timbre impertinente nos interrumpió. Aproveche la inesperada visita para escapar un rato.

Manejaba y fumaba, la música de la radio estaba a todo lo que daba. Y no me aguanté, pasé por su casa o, mejor dicho, estacioné al frente de su casa, junto al parque.
Reconoció el ruido del carro. A los 5 minutos ya estaba parado en su puerta.

Nos miramos el mismo rato que tardé en fumar 3 cigarros más. Él sabía que mis visitas eran como una mirada al pasado, una mirada metiche. Era la segunda que hacía en la misma semana.

Me condené. No tenía sentido, mi chico estaba en casa, esperándome.
Tenía que abandonar mi curiosidad morbosa antes que se me escapara de las manos y terminara odiándome de por vida.
Tenía que regresar a casa, tenía que regresar a sus brazos, a sus besos.

Abandonó la puerta y mientras cruzaba subí al carro y escapé lo más rápido posible.

Hice el recorrido muy rápido, la hora me favoreció mucho, todo estaba despejado.

El visitante ya se había marchado, él estaba sentado en el sillón, leía uno de mis libros, esperándome. Me recibió con los brazos abiertos, me senté en sus piernas y me acunó cual niña mientras besaba mi cabello. Lloré un poco sin que se diese cuenta.

Estar así era todo lo que quería, siempre.

lunes, 20 de abril de 2015

#Enchanté

Alguna vez estuve enamorada.

Conocí el concepto de "falsa felicidad", lo viví, me dolió.

Él nunca pudo comprender que yo lo adoraba con toda el alma, nunca consideró que era una persona que merecía ser amada. Nunca se vio como lo vi yo. Eso contribuyó a que el final fuera tan accidentado.

Yo era ingenuamente feliz, tan dulcemente feliz. Tenía otra familia, tenía una segunda casa, tenía a mi chico, tenía a esa persona en la que podía confiar totalmente y nunca jamás me iba a traicionar. Tan equivocada, tan ilusa.

Corté. Luego me enamoré de mi, me enamoré aún más de mi.
Disfrutaba cada día conmigo, caminando con música y cigarros en mi bolsillo. Y así estaba tranquila, no esperaba, no buscaba. No nada.

Hasta que apareció. Bueno, no sé si apareció o, más bien, no sé si se va a quedar.
Lo único que podría asegurar es que me vuelve loca, de todas las maneras que uno se puede imaginar.

Enchanté.



viernes, 17 de abril de 2015

#Nosotros

Gracias por dejarme publicar esto, es el detalle más bonito que han tenido conmigo.
No tengo que decir que tu estilo es magnífico, tan es así que siento un poco de envidia.
Te quiero para siempre, gracias por tanto.


"Nos conocimos en primer ciclo.

Luego de parciales una profesora de...¿patrimonio? dio la orden para juntarnos en grupo, y claro los delegados eran las mejores notas de su parcial. Recuerdo que dijo tu apellido y te paraste, algo avergonzada y orgullosa también, llamaste muchísimo mi atención "linda y sobradísima" , luego me aclaraste que en realidad te cagabas de miedo por eso preferías ver directamente a la pizarra (y tratar de no tropezar) mientras caminabas. Traías puesta una sudadera negra, jeans y zapatillas, parecías cansada y tensa.

Me ubicaron en tu grupo, miraste fijamente cuándo me acercaba, mirabas con desaprobación, no confiabas ni en mi ni en mis casi 2 metros. Estire la mano: - NNN, mucho gusto. Dudaste un segundo e hiciste lo mismo: - Milagros. Soltaste mi mano en menos de lo que se acostumbra, reí por lo bajo, escuchaste, te pusiste colorada y bajaste la cabeza, te arreglaste el cabello para el costado y mordiste tu labio inferior (al tiempo, me dijiste que lo hacías cuándo estabas nerviosa y/o incómoda).

Recuerdo todos esos detalles y recuerdo que fuimos la mejor nota, muy probable gracias a ti.

Nos cruzábamos en el salón con un simple "hola" , así, seco, por compromiso.

Pasaron un par de semanas, me caías bien, me daba mucha risa cuándo levantabas tu brazo a cada pregunta que hacía el profe y te revolvías en el asiento para que te hiciera caso, no notabas la cara de cansancio en algunos, como tampoco notaste las veces que te defendí de gente cojuda, cojuda y envidiosa que no soportaban estar cerca de alguien talentosa e inteligente.

Salía de clases de las 10 pm, había olvidado mis audífonos así que caminaba por el estacionamiento a paso ligero, quería llegar a casa, sacar a pasear al perro y comprarme una cerveza. Entonces escuche llorar a alguien, despacito, seguí el sonido y te encontré en un rincón (literalmente) escondida entre los carros. Cuándo notaste que no estabas sola limpiaste tu cara y miraste para el lado contrario.

Me acomodé a tu costado y te ofrecí un cigarro: "No se puede, esta prohibido fumar acá" eso hizo que estallara en risas, aún triste y llorosa te preocupaban las reglas. Eres adorable. Conversamos después que me pegaste por reírme, creíste que me estaba burlando de ti. Alguien hizo que te sintieras mal (lo debes recordar) te escuchaba mientras fingía que no le daba la menor relevancia. Caminamos hacia el carro, ofrecí llevarte a casa, te negaste. Desconfiada de mierda.

Lo que nunca te enteraste es que me encargue que el patita se arrepintiese de su comportamiento, me encargue a punta de patadas pero lo que vale es la intención.

Luego del episodio del estacionamiento comenzaste a sentarte a mi costado, me enseñaste a no copiar en los exámenes (porque tú, maldita egoísta, no querías pasarme las respuestas y me obligabas a estudiar).

Fue pasando el tiempo y como por inercia siempre estábamos juntos. Alguna vez fui algo ebrio a clases, gracias a tus buenos reflejos lograste sacarme antes que me boten, te conté que la había perdido hace un par de años y que ella tenía tus ojos. Lloramos, te di un beso en la frente, y hasta ahora lo afirmo, mi hermanita era igual a ti, en tus ojos la veo reflejada y gracias a eso te quiero el doble, gracias por abrigar un poquito mi corazón.

Eres renegona, impulsiva, terca, caprichosa, me obligas a cargarte hasta el quinto piso por las escaleras porque no puedo evitar enternecerme con tu mirada de gatito y un "apa". Pero no te das cuenta que tienes un corazón enorme, un alma linda, eres la mejor compañera para pasar la vida. Estás loca y eso es divertidísimo. Me sacaste de mi estupor, me salvaste.

Siempre vas a ser mi hermana, mi partner, mi secuaz (¿así se escribe?)

Te quiero monga."

lunes, 6 de abril de 2015

#Caminos

Agarra su saco del sillón y extiende la mano invitándome a tomarla.

Me dejo llevar hasta fuera de la facultad, aún tiene la paciencia de adulto tratando con la niña chiquita y malcriada.

- ¿Quieres un helado?

No termina de preguntar y ya lo está comprando, él siempre un paso adelante que yo.

Comemos helados en silencio, se suelta la corbata y apoyo mi cabeza en su hombro. Luego de un rato de solo respirar prende un pucho.  Un Malboro rojo, saco uno de mis convertibles y seguimos teniendo al silencio como escudo.



Se va a ir, va a cursar una maestría al otro lado del mundo.
No digo nada, y el llanto va a empezar cuándo él ya no esté. Estoy feliz porque es una enorme oportunidad y profundamente triste porque me quedo y lo voy extrañar todos los días.

Lo felicito y me da un beso en el cabello.

- ¿Sabes que siempre voy a estar contigo, cierto?

No digo nada, él espera sabiendo que es mejor no presionarme, darme mi tiempo, dejar que respire un poco y pueda aguantar las lágrimas.

Me paro, me despido rápido con el pretexto que tengo que ir a clases. No tiene una respuesta y logro escabullirme antes que empiece a perseguirme.

Me encuentra por el jardín a los 15 minutos, escondida cual niña de 5 años moqueando abrazada a mi mochila.

- ¿Tan difícil se te hace decir que me vas a extrañar?

Me deja llorar apoyada en su hombro mientras juega con mi mano. Así, sin hablar. Como siempre.



jueves, 2 de abril de 2015

#FelicidadesAMi

Hoy es mi cumpleaños.

1.- Creo que es tonto decir que te extraño porque eso ya está escrito en el cielo. Otro año sin tu abrazo, sin tu llamada, sin tu cariño. Descansa, todo está bien, te amo.

2.- Era todo más chévere cuándo estabas por aquí. Paso por tu casa y esta oscura, algunas veces veo a Luna con tu hermana. Estás dando un paso enorme, felicitaciones, bienvenido al mundo de los adultos. Tu pequeña va a tener a un papá fantástico. Te quiero, te extraño compañero, mejor amigo, hermano. Siempre vas a ser muy importante para mi, espero verte pronto. Este año tu abrazo me va a hacer falta.



3.- En mi último cumpleaños te pedí un globo. Esos de helio. Nunca había tenido uno y quería que tú me regales el primero. Gracias por cumplirme el engreimiento y gracias por demostrarme que un mundo de hadas, princesas y "para siempre" no existe.
Qué estés bien.

Para hoy, el mejor plan es echarme en el pasto y recostar mi cabeza en el mármol.
Y volver a tener 10 años.

Felicidades a mi.