miércoles, 31 de diciembre de 2014

#Fragmentos

Gracias por esto.




Sí, este es un fragmento de mi historia.
Algo fugaz, fue tan corto como el cigarro que apagaste a la mitad. 
Si me quieres juzgar, adelante.

Soy fotógrafa, tengo la vida convencional de toda mujer de 43 años. Tengo un marido y tres hijos hermosos, no tengo necesidades económicas, nunca las tuve.
Lo conocí a los 37. 
Él era un chico de 24 años, fue en un conversatorio de fotografía, se sentó a mi lado y empezamos a conversar como si nos conociéramos de toda la vida, fue realmente increíble. Le conté que era casada, él había acabado la universidad recién. Acabó la charla y me invitó un trago, seguimos conversando hasta entrada la madrugada, era tan tarde que llamó mi marido. 
Después de un par de excusas dijo que pasaba a recogerme, acepté deprimida por la perspectiva de despedirme de mi acompañante.
Nos agregamos en las distintas redes sociales, prometió que nos volveríamos a ver. A los 15 minutos que se fue, llegó mi esposo.

Conversábamos todos los días, nos volvimos a ver a las dos semanas. Nos deseábamos, nos queríamos. Fuimos por unos tragos, escuchamos un poco de trova en algún bar de Barranco, salimos muy ebrios tanto que nos besábamos en cada esquina.
Entramos a un hotel, nos hicimos el amor. Disfruté de él, de sus ganas. Su sudor quedó en mi. 
Salimos extrañamente felices, como un par de enamorados.
Los efectos del alcohol se habían ido hace mucho, subimos a mi camioneta, lo acerqué a su casa. Nos besamos antes que se vaya, sabíamos que habíamos ido lejos, sabíamos que no nos volveríamos a ver, solo que ninguno de los dos se atrevía a decir algo.

Se acabaron nuestras conversaciones, se acabo la historia. 
Han pasado 6 años de eso, a veces entro a alguno de sus perfiles solo para ver en que anda, quién es su nueva chica, les tengo envidia en secreto, pero claro que no puedo hacer nada. 
Quisiera saber si él me recuerda, supongo que no, en fin.

Que tengan buena vida.


sábado, 20 de diciembre de 2014

#CompañerosDeVida



1.- Tú eres mi referente de vida. Nunca he conocido ni conoceré a una persona que sea más fuerte que tú. Gracias a ti mi infancia fue muy feliz. Gracias por ser mi cómplice, mi mejor amigo desde chiquita. Gracias por cuidarme y engreírme. Y perdón por todas las veces en las que mi rebeldía cojuda adolescente hizo que te sintieras mal. Gracias por poner el pecho siempre. Gracias por ser tan buen hermano y tan buen amigo. Eres grande.


2.- Tú eras el que me contaba historias de terror cuándo era chiquita (si, fui más chiquita), me enseñabas a no tener miedo, a darme cuenta que mis miedos infantiles no existían. Tú eras el que me hacía bromas pesadas hasta que ya no lloré y deje de acusarte. Tú me enseñaste a ser fuerte. Tú eras el que me defendía de los chibolos del cole que me hacían llorar. Contigo aprendí a seguir el camino. Tú me educaste musicalmente, gracias a ti conocí a Sabina, Silvio, Franco De Vita. Gracias. Te quiero siempre.


3.- Tú y yo somos inseparables. Tuvimos nuestras épocas malas como cualquier pareja de hermanas. Nos matábamos (literal), luego crecí y me di cuenta que nos parecíamos mucho. Me di cuenta que tú siempre estabas para salvar mi trasero y yo siempre estaba para escucharte, para acompañarte en la tristeza, en las risas, en las chelas, en todo. Siempre te admire secretamente, mi meta era ser como tú. Luego me enseñaste que podía ser mejor, me enseñaste a aprender de tus errores, me enseñaste a estar en paz conmigo.
Gracias por contenerme, gracias por ser mi hermana.





Los amo.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

#UnPocoDeAmor

Aprovecho que estoy sola, me pongo su camisa.

Estoy descalza, camino sobre la alfombra, me da cosquillas.
Me siento ligera, después de muchos meses estoy feliz.
Saco la computadora de la cartera, la apoyo en la mesa de centro. Me decido y voy por el vino de la nevera.

Regreso a la sala y lo tomo sin copa, lo tomo del pico, a la mala. Siento que le estoy faltando el respeto a las tradiciones, me arrepiento, voy por la copa, regreso a la sala.





Me dispongo a escribir, con la copa en la mano.

Siento las llaves en la puerta, sonrío, al fin llegas.
Te paras frente a mi, sonríes, te parece gracioso verme vestida solo con tu camisa. Te sientas a mi lado, no me interrumpes, me besas el cabello, te echas en mis piernas. Dejo la copa y me acomodo a tu costado, respiro en tu cuello y mi mano se apoya en tu pecho.

Conversamos mucho, tu genuino interés en mis actividades diarias y todos los mínimos detalles me sigue sorprendiendo, ríes y te molestas según la situación que escuches, te doy besos, tu brazo se afianza alrededor de mi cintura.

Despierto en nuestra cama, eran ya pasadas las 3:00am,  no entiendo en qué momento me quede dormida. Estás destapado, fiel a mi costumbre me había apropiado del edredón.
Tiemblas un poco.
Me da mucha ternura y me siento horriblemente culpable. Te abrigo y me acomodo encima de tu pecho, por instinto me abrazas.

Me dejas en la oficina al día siguiente, nos besamos antes que baje del carro, besas mi mano mientras dices "Te amo".

Yo más.

lunes, 15 de diciembre de 2014

#Impasse



Cuando colgué ese llamada sentí como una patada en el estómago, tantas veces le dije que no hiciera eso, tantas veces le advertí sobre las consecuencias y al fin había pasado lo que más temía.

Llegué a su casa, estaba temblando, trataba de imaginar que simplemente estaba un poquito magullado y ya, subí las escaleras en dirección a su cuarto. Se me fue el alma cuándo lo vi con la mitad del cuerpo enyesado, moretones, un pómulo hinchado.
No pude evitar llorar.

- Por favor, prefiero que me grites a que te pongas a llorar, enserio.

Me sobresaltó su voz, hubiese jurado que estaba dormido. 
Entré, me miraba con curiosidad, yo procuraba no mirarle. La última vez que estuvimos juntos todo no acabó muy bien y sabía que no iba a tardar mucho en que me ganaran las lágrimas de nuevo.

- Te llamo mi papá ¿no?

No conteste, quería sonar mala y el nudo en la garganta no ayudaba.
Deje la cartera, jalé un mueble para estar al costado de su cama, me senté abrazando mis rodillas.
Volteó y clavo su mirada en mi, por lo menos media hora, sin decir absolutamente nada.

- ¿Puedes hablar? Me estás volviendo loco, son meses que no nos vemos. ¿Por qué estás aquí?

Me conoce lo suficiente como para saber que no iba a decir nada, que lo podía ignorar en vivo, acaricio mi rodilla con su mano, la tomé y empecé a jugar con sus dedos.

- Al menos si te querías matar en piques me hubieses avisado, te daba un carro viejo y me dabas el tuyo.
- Se fue de las manos, un huevón se despistó y me chocó. Perdón. 

No tardo en quedarse dormido, y yo con él, abrazada de su brazo. 
Cuándo me despabile era muy tarde, ya de madrugada. Él estaba viendo tele. Yo estaba tapada con una manta roja.

- ¿Por qué no me despertaste?
- Porque hace tiempo que no estaba contigo, hace tiempo que no te veía dormir, quise aprovechar un poco. No te preocupes, mi papá te va a llevar.

No puede odiarlo, no cuándo se veía más débil que yo, aproveché en llamar a casa. 

- ¿Vas a volver?

No le respondí, no quería prometer algo que tal vez y no cumplía.
Me acerqué con cuidado, besé su frente, tomo mi cintura con su brazo sano, me abrazó. 

- Cuídate, no seas idiota y cuídate, si yo no te maté que tus estúpidos hobbys no lo hagan.
- Te quiero princesa.

Y eso fue lo último que pude soportar, tomé mis cosas y cerré su puerta sin mirar. 

Al llegar a casa de lo único que estaba segura era que los recuerdos de un tiempo feliz me empujaron a su casa, a ver por mi misma que se iba a mejorar, ir y que sienta que no está solo. Estaba en paz conmigo. Había hecho lo correcto.




sábado, 13 de diciembre de 2014

#NoValeLaPena

- No vale la pena si tú estás en el último puesto de su lista de prioridades. Mucho después que sus amigas, sus amigos, su mascota y rascarse la panza un domingo a la noche.
- No vale la pena si primero elogia a sus amigas, si primero se preocupa por ellas. Vales tanto que no puedes esperar las ganas del imbécil de darse cuenta que te pusiste aún más linda solo por él.
- No vale la pena si no logra estremecerte cuándo te toca, si tu corazón no se siente en paz teniéndolo cerca.
- No vale la pena si no te hace sentir linda, especial, querida.
- No vale la pena si tú eres la cojuda que le tiene que preguntar "¿Qué somos?" , él tendría que preguntar eso, él se tendría que dar cuenta cuánto vales, lo mucho que lo quieres. Se tendría que dar cuenta que tu amor no es para siempre, y que se está yendo, así como le dijiste que pasaría.
- No vale la pena si puede pasar sin escribirte por días, sin saber como estás, sin decirte "oye, te quiero", no vale la pena.
-No vale la pena si sabes que lo único que quiere es que te revuelques en su cama un rato, y luego va a seguir siendo el mismo idiota de siempre.
- No vale la pena si piensa que tú siempre vas a estar hay, disponible, lista para ir a su encuentro cual perrito (perrita) faldero.
- No vale la pena si no se da cuenta que eres una chica linda e inteligente, capaz de llevar una conversación sobre cualquier tema, multifacética, empeñosa, trabajadora.
- No vale la pena si no es capaz de hacerte sonreír más de lo que te hace rabiar.


Y si, no vale la pena la persona en la que pensaste mediante ibas leyendo este post.

#Nunca.

- Nunca he tenido paciencia. Soy impulsiva, enérgica. No sirvo para aguantas huevadas, ni siquiera las mías aguanto y pretendes que aguante las tuyas. No corazón, conmigo no.

- Nunca he sido de las que se rinden. Y eso tiene su parte mala, hay que saber cuándo darse por vencida, aceptar que no funciona y dejarlo pasar. Siempre he querido creer que todo tiene solución. Cojuda.

- Nunca me he sentido mal por no ser una anfitriona o modelo. Operadas o no, nunca me he sentido menos. Nunca he tenido la afición morbosa de compararme, si tiene más culo, menos tetas, si es más linda. No entiendo esa manía auto destructiva y no la comparto. Para mi, todas las mujeres somos diferentes, todas somos lindas a nuestro estilo. Todas.

- Nunca he sido una señorita convencional ni pretendo serlo, nunca he dependido de un hombre para nada (a menos que sea para abrir algún tipo de frasco y/o botella) si tengo que putear a alguien lo hago, aprendí a defenderme sola desde hace tiempo y voy a seguir caminando sola.

- Nunca he sido muy...¿sociable? , no me gusta usar tacos ni pasarme medio día en la peluquería (dejando todo mi dinero en el proceso), me estresa tener que salir a la noche, odio la bulla y la gente acumulada me aturde. Soy de las que escriben fumando un pucho un sábado a la noche.

- Nunca he rogado amor. ¿Para qué? Si no te quiere ahora, no te va a querer nunca. Por las huevas es. A cambiar de página.








martes, 9 de diciembre de 2014

#QueridoSanta

Estimado Papá Noel:

Tú y yo sabemos que no nos une especialmente una "gran" relación, pero como ya se viene otra Navidad recurro a ti otra vez , ¿por qué? por mi ya conocido masoquismo, claro.
Ya que te importo tres pepinos todas las cartitas cojudas que te escribía cuándo aún te tenía fe, espero que ahora, a mis 22 años te de la gana de redimirte un poco.
Ahora te presento... mi lista de regalos *tatatataaaaaan* :


  1. Te pido un poco más de sentido común y menos yolos, porque quiero llevar una vida tranquila y dejar de hacer tantas huevadas para así tener la conciencia un poco más...en paz.
  2. Mucha, pero mucha paciencia en el corazón de mi jefe. Es lo máximo y mi chamba es muy genial porque hago lo que amo y encima me pagan, pero no vendría mal mi pedido para los momentos en dónde se me chispotee un poquito más de la cuenta.
  3. Amigas normales, por favor, ya no quiero amigas con pensamientos libidinosos que me empujen al lado oscuro. Quiero amigas convencionales, nada más.
  4. Mucha fuerza de voluntad para no caer en tentaciones, dícese de las chupetas por fin de parciales/finales, comer grasa a la noche, dormir más de la cuenta y todas esas cositas tan ricas y culposas.
  5. Un poco más de risas, besos apasionados y momentos lindos. Nada más.

Como vez querido Santa, son las cosas más simples del mundo, te agradecería un montón que muevas tu lindo y gordito trasero y hagas algo por mi.

Con amor.

Yo.

domingo, 7 de diciembre de 2014

#Cómplices




Esto lo escribo a 24 horas para su cumple número 10:

Desde muy niña le pedí a mamá un hermanito, era la chiquita que tenía hermanos adolescentes y por lo tanto no me hacían mucho caso. Jugaba sola, con mis muñecas o con alguna amiguita por un tiempo limitado. Siempre quise a alguien que me acompañase, para sentirme un poquito menos sola.

Llegó el 2004, tenía 12 años y era domingo. Mamá me llamó desde su cuarto, fui pensando cuál de todas mis travesuras habría descubierto y cómo safar, pero no era nada de eso:

- Milagritos, estoy embarazada, vas a tener hermanitos.

Aún recuerdo la sensación de piedra en la panza y como es que pensé "¿Dos? ¿Cómo? ¿Ah?" .
Era increíble tocar su panza poco abultada y darme cuenta al fin que no es que hubiese subido de peso (si no que yo era muy lorna) .

Al poco tiempo papá murió y la depresión me atrapo aún más.

Hasta que llegaron.

Eran unas cositas tan chiquitas y hermosas que apenas los vi morí de amor, estaba segura que daría todo por ustedes y no me equivoqué.
Mi pasatiempo favorito era llegar del cole a jugar,cambiarles los pañales, ver Discovery Kids, cargarlos, hacerlos dormir, que vomiten en mi hombro, volverme algo loca cuándo lloraban los dos al mismo tiempo y seguir muriendo de amor cuándo (al fin) se dormían.

Gracias a ustedes vi todos los dibujitos estúpidos del mundo: Dora la exploradora, Clifford, Backyardigans(?) . Gracias a ustedes me perdí de muchas fiestas, simplemente porque era más feliz haciéndolos dormir, acomodarlos en su cuna y sentarme al costado a leer. Gracias a ustedes pude sobre llevar la pérdida del viejo y vivir para contarlo.
Gracias churros.

Ahora son todos unos jóvenes, grandotes, inquietos. Aún mantenemos una gran complicidad y ustedes saben que los adoro (y porque los adoro tengo que corregirlos y bla bla bla) siempre van a ser mis bebés y voy a seguir tomándoles la mano para cruzar la pista porque sobreprotectora.

Los amo con todo mi corazón, que pasen un muy feliz cumpleaños.


Su hermanita mayor.










miércoles, 3 de diciembre de 2014

#Random



Gorra. 
Cigarros. 
Sol. 
Ventanas blancas. 
Computadora de escritorio. 
Galletas. 
Coca - Cola. 
Arrogancia. 
Sarcasmo. 
Cartera. 
Tímido. 
Caparazón. 
Mochila. 
Tesis. 
Tarde. 
Frío. 
Oscuro. 
Marca.  
Forcejeo. 
Pelea. 
Manos. 
Sudor. 
Cansancio. 
Besos.
Blanco. 
Química. 
Encuentro. 
Sonrisa.